VIERNES 4 DE SETIEMBRE

"EL CIELO COMIENZA PRECISAMENTE EN ESTA COMUNIÓN CON JESÚS"
Extractos de las audiencias y Ángelus más recientes del papa Francisco



2 de agosto de 2015
SACIAR EL HAMBRE ESPIRITUAL Y MATERIAL DE LOS HERMANOS
"Yo soy el pan de la Vida. El que viene a mi jamás tendrá hambre, el que cree en mí, jamás tendrá sedª (v.35) Y esta es la referencia a la Eucaristía, el don más grande que sacia el alma y el cuerpo. Encontrar y recibir en nosotros a Jesús, "pan de vida", da significado  y esperanza al camino a menudo totuoso de la vida. Pero este "pan de Vida" nos es dado con una tarea, es decir, para que podamos, a su vez, saciar el hambre espiritual y material de los hermanos, anunciando el Evangelio por doquier. Con el testimonio de nuestra actitud fraterna y solidaria hacia el prójimo, hagamios presente a Cristo y su amor en medio de los hombres
                                                                                                      
9 de agosto de 2015
EL REGALO DE LA FE
...la Fe, que es como una semilla en lo profundo del corazón florece cuando nos dejamos atraer por el Padre hacia Jesús, y vamos a Él con ánimo abierto, con un corazón abierto, sin prejuicios; entonces reconocemos en su rostro el Rostro de Dios y en sus palabras la Palabra de Dios, porque el Espíritu Santo nos ha hecho entrar en la relación de amor y de vida que hay entre Jesús y Dios Padre. Y allí nosotros recibimos el don, el regalo de la fe. Así, con esta actitud de fe, podemos comprender el sentido del "Pan de la vida" que Jesús nos dona, y qie Él expresa de esta manera: "Yo soy el pan vivo bajado del cielo. Ekl que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo" (Jn 6,51). En Jesús, en su carne- es decir, en su concreta humanidad- está presente todo el amor a Dios, que es el Espíritu Santo. Quie se deja atraer por este amos va hacia Jesús, y va con fe, y recibe de Él la vida, la vida eterna.

16 de agosto 2015
TRANSFORMAR NUESTRA VIDA
...la Eucaristía es Jesús mismo que se dona totalmente a nosotros. Nutrimos de Él y vivir en Él mediante la Comunión eucarística, si lo hacemos con fe, transforma nuestra vida, la transforma en un don a Dios y en un don a los hermanos con fe, transforma nuestra vida, la transforma en un don de Dios y en un don a los hermanos. Nutrirnos de aquel "Pan de vida" significa entrar en sintonía con el corazón de Cristo, asimilar sus elecciones, sus pensamientos, sus comportamientos. Significa entrar en un dinamismo de amor y convertirnos en personas de paz, personas de perdón, de reconciliación, de compartir solidario. Lo mismo que Jesús ha hecho. Jesús concluye sus discursos con estas palabras: "El que come de este pan vivirá eternamente (Jn 6,58). Si, vivir en comunión real con Jesús sobre esta tierra nos hace ya pasar de la muerte a la vida. El cielo comienza precisamente en esta comunión con Jesús.

23 de agosto de 2015
¿SEÑOR A QUIÉN VAMOS A IR?
Concluye hoy la lectura del capítulo sexto del Evangelio de Juan, con las palabras sobre el Pan de la Vida! pronunciadas por Jesús, al día siguiente del milagro de la multiplicación de los panes y peces. Al final de su sermón el gran entusiasmo del día anterior se apagó, porque Jesús había dicho que Él era el Pan bajado del cielo y que daba su carne como alimento y su sangre como bebida, aludiendo así claramente al sacrificio de su misma vida. Estas palabras suscitaron desilusión en la gente, que las juzgó indignadas del Mesías, no existosas... Pedro hace su confesión de fe en nombre de los otros Apósteles:" Señor, ¿A quién iremos?". El problema de fondo no es ir y abandonar la obra emprendida, sino a quien ir. De esa pregunta de Pedro, nosotros comprendemos de que la fidelidad a Dios es cuestión de fidelidad a ina persona, con la cual nos enlazamos para caminar juntos por el mismo camino. Y esta persona es Jesús, Todo lo que tenemos en el mundo no sacia nuestra hambre de infinito.! Tenemos necesidad de Jesús, de estar con Él, de alimentarno en su mesa, con sus palabras de vida eterna! Creer en Jesús significa hacer de Él el centro, el sentido de nuestra vida. Cristo no es un elemento accesotio, es el Pan Vivo, el alimento indispensable. Ligarse a Él, en una verdadera relación de fe y de amor, no significa estar encadenados, sino profundamente libres, siempre en camino.

26 de agosto de 2015
EL TIEMPO DE LA ORACIÓN
El corazón humano busca siempre la oración ,incluso sin saberlo: y si no lo encuentra, no tiene paz. Pero para que se encuentren, es necesario cultivar en el corazón un amor "cálido" por Dios, un amor afectivo...Pensamos a la formulación del gran mandamiento, que sostiene todos los otros: "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu" (Dt 6,5, cfr Mt 22,37). La fórmula usa el lenguaje intenso del amor.
....¿Conseguimos pensar en Dios como la caricia que nos tiene en vida, antes de la cual no hay nada? ¿Una caricia de la cual nada, ni siquiera la muerte, nos puede despegar? ¿O lo pensamos como al gran Ser, el Todopoderoso que ha hecho cada cosa, el Juez que controla cada acción? Todo es verdad, naturalmente, Pero solo cuando Dios es el afecto de todos nuestros afectos, el significado de estas palabras se hace pleno. Entonces nos sentimos felices, y también un poco confundidos, porque Él piensa en nosotros. Pero sobre todo ¡Nos ama! ¿No es impresionante esto? ¿No es impresionante que Dios nos acaricie con amor de padre? Es muy bello, muy bello.
Podía simplemente darse a conocer como el Ser supremo, dar sus mandamientos y esperar los resultados. En cambio Dios ha hecho y hace infinitamente más que eso. Nos acompaña en el camino de la vida, nos protege, nos ama. Si el afecto por Dios no enciende el fuego, el espíritu de oración no calienta el tiempo. Podemos también multiplicar nuestras palabras "como hacen los paganos" decía Jesús; o también mostrar nuestros ritos, "como hacen los fariseos" (cfr Mt,6 5,7) Un corazón habitado por el afecto por Dios, convierte en oración incluso un pensamiento sin palabras, o una invocación delante de una imagen sagrada, o un beso enviado hacia la Iglesia.
...El espíritu de la oración restituye el tiempo a Dios, sale de la obsesión de una vida a la cual le falta siempre el tiempo, y reencuentra  la paz de las cosas necesarias, y descubre la alegría de  los dones inesperados.



MOMENTOS VIVIDOS DURANTE LA ADORACIÓN CONTINUA
DEL VIERNES 4 DE SETIEMBRE