Señor Jesús,

que nos recomiendas 

pedir al dueño de la viña,

que envíe operarios para la cosecha,

dígnate multiplicar las vocaciones sacerdotales,

religiosas de institutos seculares, 

diáconos permanentes

 y laicos comprometidos en el Uruguay.


Para que viviendo en santidad y entrega,

merezcan con el don de la perseverancia,

ser los dispensadores

del Evangelio del amor y la justicia.


Te lo pedimos por tu Santísima Madre,

que lo es también nuestra,

la Virgen de los Treinta y tres,

Patrona de nuestra Patria. 


Amén