"Si lo habéis recibido santamente, vosotros sois lo que habéis recibido. Pues dice el Apóstol: Siendo muchos, somos un único cuerpo, un único pan. En este pan se os indica cómo debéis amar la unidad." 


"Pues ¿acaso ese pan se ha elaborado de un único grano? ¿No eran muchos los granos de trigo? Antes de confluir en el (único) pan, estaban separados."


"Merced al agua se unieron, después de ser molidos. En efecto, si el trigo no pasa por el molino y con el agua se convierte en masa, en ningún modo alcanza esta forma que recibe el nombre de pan…"


"…Llegó el bautismo y el agua: habéis sido amasados para obtener la forma de pan." 


"Pero no existe aún el pan si no hay fuego. ¿Qué significa, pues, el fuego, esto es, la unción con el óleo? El óleo, que alimenta el fuego, es efectivamente signo sagrado del Espíritu Santo. Advertidlo en los Hechos de los Apóstoles en el momento de su lectura… Cuando os congregáis en la Iglesia, dejad de lado las habladurías vanas y estad atentos a las Escrituras… Prestad atención, … y ved por qué medio ha de venir en Pentecostés el Espíritu Santo."  


"Y así es como vendrá: se manifiesta en lenguas de fuego. De hecho, aviva la caridad cuyas llamas nos eleven hacia Dios y nos lleven a despreciar el mundo, quemen lo que de heno hay en nosotros y purifique nuestro corazón como si fuera oro." 

"He aquí lo que han recibido. Ven cómo el conjunto de muchos granos se ha transformado en un solo pan; de idéntica manera, sean  también ustedes una sola cosa amándose, poseyendo una sola fe, una única esperanza y un solo amor."