CINCO AÑOS DE FRUCTÍFERA PRESENCIA
Hoy, fiesta de Pentecostés, quiero pedir al Señor
que envíe su Espíritu a toda nuestra comunidad parroquial y, especialmente, a
quienes integran el grupo de Adoración Eucarística, que en estos días cumple 5
años de presencia ininterrumpida entre nosotros. Mientras pensaba en este
aniversario me venían a la mente tantos momentos fructíferos en la vida de este
grupo parroquial. Tanta gente que se ha sumado a la oración de los primeros viernes.
Tantos que han descubierto la riqueza, no sólo de rezar, sino de hacerlo en comunidad y frente a la presencia eucarística del
Señor, presencia que, justamente, genera comunión. Es lo que vivimos en cada
misa. La adoración fuera de la misa no está desvinculada de la ella sino que,
en todo caso, es un modo de prolongar la experiencia de la misa y darse tiempo
para contemplar este gran Misterio que nos ha dejado el Señor. El grupo de
Adoración Eucarística no sólo se ha dedicado a preparar los momentos de
adoración sino que se ha involucrado en diferentes realidades que hacen parte
de nuestra vida comunitaria y social. Es así como como el grupo ha estado
presente en los momentos en que alguien estaba necesitado, ya sea por una
cuestión de enfermedad, de cierta emergencia económica o cuando algún miembro
de la comunidad necesitaba simplemente compañía o consuelo. Todos recordamos
muy bien cómo nuestra comunidad parroquial organizó el casamiento de Génesis y
César, evento en el cual este grupo, en particular, tuvo un gran protagonismo.
También en los momentos en que hubo inundaciones en la ciudad, donando ropa,
alimentos o ayudando a asistir a los damnificados. Ni que hablar también del
apoyo económico que el grupo ha aportado ya sea para el mejoramiento de la
capilla del Santísimo o el mantenimiento general de nuestra parroquia. En fin,
podría decirse que en toda actividad que involucraba a la comunidad parroquial
en general el grupo siempre estuvo presente.
Por todo eso, quiero agradecer a Dios y a cada uno de
los integrantes de este grupo parroquial por todo lo que han aportado y
seguirán aportando a nuestra comunidad y nuestra gente. Que el Espíritu Santo
los siga animando con su soplo vital para que sigan sembrando las semillas del
Reino de Dios entre nosotros. ¡Feliz fiesta de Pentecostés para todos!
Padre Gustavo