SOBRE LA MISA CRISMAL Y LOS SANTOS ÓLEOS

MISA CRISMAL EN LA CATEDRAL Y SANTUARIO NACIONAL DE SAN JOSÉ DE MAYO


 MISA CRISMAL

 La Misa Crismal se lleva a cabo habitualmente el Jueves Santo de cada año. Durante la correspondiente ceremonia, en la cual los sacerdotes renuevan sus votos, se consagra el Santo Crisma y se bendicen todos los óleos que se utilizarán durante el resto del año en los bautismos, unciones de enfermos y confirmaciones, entre otras celebraciones.
Este año, debido a la cuarentena que se estableció para evitar el contagio del COVID19, la celebración en la Diócesis de San José de mayo, se aplazó hasta el 10 de junio, pocos días antes del levantamiento parcial de las medidas preventivas de distanciamiento social.

SANTOS ÓLEOS
Los santos óleos, bendecidos o consagrados en la Misa Crismal por el obispo, son tres:

Santo Crisma: 
Con el Santo Crisma son ungidos los nuevos bautizados en la coronilla tras el baño del agua. También son signados en la frente los que son confirmados para significar la donación del Espíritu.

En la ordenación de presbíteros y obispos se ungen las manos de los presbíteros y la cabeza de los obispos. Por último, con el Santo Crisma se ungen las paredes y los altares en el rito de la consagración de iglesias.

En latín Sacrum Chrisma (SC): “Bálsamo sacro o sagrado”

Al Santo Crisma se le añade un bálsamo o aroma para obtener una fragancia que lo distingue de los otros óleos. La consagración del crisma es competencia del Obispo.

Es competencia de los párrocos recoger y custodiar dignamente los santos óleos para su uso en los sacramentos en los que se precisan. Debe renovarlos cada año.

La liturgia cristiana retoma el uso del Antiguo Testamento, cuando los reyes, sacerdotes y profetas, eran ungidos con el óleo de la consagración; ellos prefiguran a Cristo, que significa “Ungido”. Del mismo modo, los cristianos al ser ungidos con el santo crisma participan por el bautismo en el misterio pascual de Cristo: han muerto, han sido sepultados y resucitados con él y ahora participan de su sacerdocio real y profético.

El Santo crisma se consagra mientras que los otros óleos se bendicen. No es lo mismo bendecir (bene-dicere: desear algo bueno) que consagrar (hacer sagrada una cosa).

La palabra “crisma” proviene del griego e identifica un ungüento aromático mezcla de aceite y bálsamo oloroso. El verbo “chrio”, ungir, ha dado origen al término “Cristos”, que significa ”El Ungido”. De ahí deriva la palabra Cristo, con la que designamos al Salvador.

Óleo de  los Catecumenos:
Con este óleo se unge a los que se preparan para ser bautizados, fortaleciéndoles para renunciar al diablo y al pecado, antes de que se acerquen y renazcan de la fuente de la vida. 

En latín Oleum Catechumenorum (OC): “óleo de los catecúmenos”; o también, Oleum Sanctum (OS): “óleo santo”.
           
Óleo de los Enfermos:
Este óleo es utilizado para ungir a los enfermos: de esta manera se les   prepara para aliviarse y superar la enfermedad. No sólo está indicado para   los moribundos: también es aconsejable ungir a los enfermos graves o   ancianos ya muy deteriorados en su salud. Entonces, puede recibirse más   de un vez, si hay mejoría y posterior agravamiento.

En latín Oleum Infirmorum (OI), que significa “óleo de los enfermos”.