SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS














Tomado de la publicación realizada para la Adoración de junio del 2018 

Deseo transformarme en tu misericordia 
y ser un vivo reflejo de ti, 
oh Señor. 

Que el más grande atributo de Dios, 
su insondable misericordia, 
pase a través de mi corazón 
y mi alma al prójimo. 

Ayúdame Señor, 
a que mis ojos 
sean misericordiosos 
para que yo jamás 
sospeche o juzgue 
según las apariencias, 
sino que busque lo bello 
en el alma de mi prójimo 
y acuda a ayudarle. 

Ayúdame Señor, 
a que mis oídos sean misericordiosos 
para que tome en cuenta 
las necesidades de mi prójimo 
y no sea indiferente 
a sus penas y gemidos.

Ayúdame Señor, 
a que mi lengua 
sea misericordiosa 
para que jamás critique a mi prójimo 
sino que tenga una palabra 
de consuelo y de perdón para todos. 

Ayúdame Señor, 
haz que mis manos 
sean misericordiosas 
y llenas de buenas obras 
para que sepa hacer sólo el bien 
a mi prójimo 
y cargar sobre mí 
las tareas más difíciles y penosas. 

Ayúdame Señor, 
a que mis pies sean misericordiosos 
para que siempre me apresure 
a socorrer a mi prójimo, 
dominando mi propia fatiga 
y mi cansancio. 

Mi reposo verdadero 
está en el servicio a mi prójimo. 
Ayúdame Señor, a que mi corazón 
sea misericordioso 
para que yo sienta 
todos los sufrimientos 
de mi prójimo. 

A nadie le rehusaré mi corazón. 
Me sinceraré incluso 
con aquellos de los cuales 
sé que abusarán de mi bondad. 

Me resguardaré 
en el misericordiosísimo 
Corazón de Jesús. 
Soportaré mis propios 
sufrimientos en silencio. 
Que tu misericordia, 
oh Señor, repose dentro de mí. 

Jesús mío, transfórmame en ti 
porque tú lo puedes todo.

Santa Faustina Kowalska